A pesar del torbellino que causó su demanda en contra de Rubén Blades, y el intercambio de acusaciones en foros públicos, Willie Colón asegura que no le guarda rencor al panameño, a quien lanzó al estrellato en la década del '70.
"Yo no odio a Rubén Blades y no digo que nunca más estaré en una tarima con él... porque yo no puedo decir de esa agua no beberé", señaló Colón en una entrevista con la AP en México donde ofrecerá dos conciertos el fin de semana.
El cantante boricua se encuentra inmerso en la promoción de un nuevo disco, luego de 10 años de silencio, titulado "El malo volumen II: Prisioneros del mambo", en el que hace un homenaje a Héctor Lavoe con quien tocó durante siete años antes de su mancuerna con Blades.
El conflicto con Blades, actual ministro de Turismo de Panamá, fue llevado a los tribunales y el juicio está programado para comenzar el 4 de mayo en Puerto Rico.
El músico panameño juró que nunca más cantaría con Colón, como lo hicieron en el 2003 para celebrar el 25 aniversario del álbum "Siembra" y cuyo pago por cantar fue el motivo del juicio que aún está pendiente en un tribunal federal de Puerto Rico.
Colón se había mantenido callado y al cuestionarle si le dolió el juramento de Blades, no pudo evitar inclinar la cabeza, mirar al piso y mover vagamente la cabeza de lado a lado: "yo pensé que era un poquito fuerte esa reacción".
Dijo estar dispuesto a resolver la controversia "como sea" y enfatizó que no se trata de un asunto de dinero. Además se mostró confiado en que prevalecerá en el tribunal y "si el tribunal dice que yo no tengo razón, pues ok"."Para mí no es una cosa permanente", afirmó.
El nombre de su más reciente álbum, el 37mo. como solista, recuerda su primera producción "El malo" lanzada en 1967. Su idea era cerrar un ciclo en la música para continuar con la política en la ciudad de Nueva York.
"Yo estaba planificando colgar mi trombón y planificar mi salida. Pero (la respuesta del público) me pone a pensar un poco en que quizás pueda hacer más producciones, quedarme un poco", afirmó.
Y es que cada vez la tecnología hace más fácil grabar un disco y distribuirlo, por lo que el álbum sale bajo su propio sello Lone Wolf.
No obstante, la espera de 10 años le pesó."Ha habido muchos cambios y yo considerando las ofertas que me hacían las corporaciones, las multinacionales y con lo que uno pierde de independencia de hacer lo que uno quiere, no podía firmar el papel", relató.
Precisamente, Colón culpó a estas mismas empresas de que la salsa estuviera a punto de quedar enterrada como un ritmo obsoleto en los '90.
"En verdad sanitizan y esterilizan la música demasiado", dictaminó. "Yo creo que por eso el reggaetón se coló así, y de repente todo el mundo dijo '¿que es eso?' Porque vino por debajo del radar diciendo todas esas cosas rebeldes y esas malas palabras y todas las cosas que le gustan a la juventud para desahogarse y eso es lo que era la salsa", dijo el intérprete de éxitos como "Idilio", o "Talento de televisión".
"La salsa es como el periódico de la esquina y cuando uno le quita esa esencia ya no es lo mismo y por eso fue que no grabé" por tantos años.No sorprende entonces que el nuevo álbum incluya títulos como "Narcomula" o "Amor de internet"."También rompí la regla esa de cuatro minutos que no le va a gustar a las radioemisoras" , destacó con la tranquilidad de haber logrado en los '80 colar en la radio un tema como "El gran varón" cuya versión completa duraba casi siete minutos.
¿Te consideras maestro?"
La verdad yo soy un músico de la calle... yo creo que el talento mío fue de reunir gente y poder desarrollar la idea completa o sea, he trabajado con compositores y tengo una manera de poder realizar la producción que es mi fuerte y por eso tuve tanta (suerte)".
Las 14 nominaciones al Grammy le hacen pensar que al menos ha estado en la pelea.
"Yo siempre digo que es un honor estar nominado, tengo que mentir porque me gustaría ganar pero por lo menos estoy en la contienda... y bueno todavía no es muy tarde, quizás gane con este trabajo".
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